sábado, 28 de diciembre de 2013

Capítulo 1 Versos 45 a 47

45 ¡Ay de mí! ¡Qué abominable crimen vamos a cometer si, seducidos por la recuperación de un trono, nos disponemos a exterminar a nuestros propios deudos!
46 Más me valiera que los hijos de DRITARASTRA con las armas en la mano me hallaran inerme y, sin oponerles yo la menor resistencia, me dieran muerte.
 

Sañjaya:
47 No bien hubo proferido estas palabras, soltó Arjuna su arco y sus flechas en el mismo campo de batalla, y se dejó caer en el asiento de su carro, con el corazón transido de angustia.

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