lunes, 1 de junio de 2015

Capítulo 15 - Verso 15



Yo me encuentro en el corazón de todos, y de Mí proceden el recuerdo, el conocimiento y el olvido. Es a Mí a quien hay que conocer a través de todos los Vedas. En verdad, Yo soy el compilador de El Vedanta y el conocedor de los Vedas.

SIGNIFICADO
El Señor Supremo está situado como Paramatma en el corazón de todo el mundo, y todas las actividades tienen su comienzo en Él. La entidad viviente olvida todo lo relativo a su vida pasada, pero tiene que actuar conforme lo indica el Señor Supremo, quien es testigo de todo su trabajo. En consecuencia, ella comienza su trabajo de conformidad con sus acciones pasadas. El conocimiento necesario se le provee, y se le proporciona el recuerdo, y además ella olvida lo que se refiere a su vida pasada. Así pues, el Señor no sólo es omnipresente; Él también está localizado en el corazón de cada individuo. Él otorga los diferentes resultados fruitivos. Él es venerable no sólo como el Brahman impersonal, como la Suprema Personalidad de Dios y como el Paramatma localizado, sino también como la forma de la encarnación de los Vedas. Los Vedas le dan la guía indicada a la gente, de modo que ésta pueda moldear su vida como se debe e ir de vuelta a Dios, de vuelta al hogar. Los Vedas ofrecen conocimiento acerca de la Suprema Personalidad de Dios, Krsna, y Krsna, en Su encarnación de Vyasadeva, es el compilador de El Vedanta-sutra. El comentario que, en forma de El Srimad-Bhagavatam, le hizo Vyasadeva a El Vedanta-sutra, brinda la verdadera explicación sobre esa obra. El Señor Supremo es tan completo, que, para la liberación del alma condicionada, le provee a ésta de comida y se la digiere, le sirve de testigo de sus actividades, le proporciona conocimiento en la forma de los Vedas y, como la Suprema Personalidad de Dios, Sri Krsna, es el maestro de El Bhagavad-gita. Él es digno de la adoración del alma condicionada. Luego Dios es supremamente bueno; Dios es supremamente misericordioso.
Antah-pravistah sasta jananam. La entidad viviente olvida todo en cuanto abandona su cuerpo actual, pero comienza su trabajo de nuevo, iniciada por el Señor Supremo. Aunque ella olvida, el Señor le da la inteligencia para renovar su trabajo donde lo terminó en su última vida. De modo que, la entidad viviente no sólo disfruta o sufre en este mundo según las órdenes del Supremo que está situado localmente en el corazón, sino que además recibe la oportunidad de entender los Vedas con Él. Si uno está interesado en entender el conocimiento védico, entonces Krsna le da la inteligencia necesaria para ello. ¿Por qué presenta Él el conocimiento védico para su estudio? Porque la entidad viviente necesita entender a Krsna individualmente. La literatura védica lo confirma: yo ‘sau sarvair vedair giyate. En toda la literatura védica, comenzando con los cuatro Vedas, El Vedanta-sutra y los Upanisads y Puranas, se celebran las glorias del Señor Supremo. A Él se llega por medio de la ejecución de los rituales védicos, la discusión de la filosofía védica y la adoración de Él mediante el servicio devocional. Por lo tanto, el propósito de los Vedas es el de entender a Krsna. Los Vedas nos dan indicaciones para entender a Krsna y el proceso para comprenderlo a Él perfectamente. La meta última es la Suprema Personalidad de Dios. El Vedanta-sutra (1.1.4) confirma eso con las siguientes palabras: tat tu samanvayat. Uno puede lograr la perfección en tres etapas. Por medio de la comprensión de la literatura védica, uno puede entender su relación con la Suprema Personalidad de Dios; por medio de la ejecución de los diferentes procesos, uno puede acercarse a Él; y al final, uno puede llegar a la meta suprema, que no es otra que la Suprema Personalidad de Dios. En este verso, el propósito de los Vedas, la comprensión de los Vedas y la meta de los Vedas se definen claramente.

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