miércoles, 1 de julio de 2015

Capítulo 16 Verso 18

Confundidos por el ego falso, la fuerza, el orgullo, la lujuria y la ira, los demonios se vuelven envidiosos de la Suprema Personalidad de Dios, quien está situado en el cuerpo de ellos y en los cuerpos de los demás, y blasfeman contra la religión verdadera.

SIGNIFICADO

Como una persona demoníaca siempre está en contra de la supremacía de Dios, a ella no le gusta creer en las Escrituras. Ella envidia tanto a las Escrituras como la existencia de la Suprema Personalidad de Dios. Eso se debe a su llamado prestigio y a su cúmulo de riqueza y poder. Ella no sabe que la vida actual es una preparación para la siguiente vida. Ignorando esto, de hecho se envidia a sí misma, así como también a los demás. Ella perpetra actos de violencia en otros cuerpos y en el suyo propio. A ella no le importa el control supremo de la Personalidad de Dios, porque carece de conocimiento. Como envidia a las Escrituras y a la Suprema Personalidad de Dios, expone falsos argumentos contra la existencia de Dios y niega la autoridad de las Escrituras. Ella se cree independiente y poderosa en todas las acciones. Ella cree que como nadie puede igualarla en fuerza, poder o riqueza, puede actuar de cualquier manera y nadie puede detenerla. Si tiene un enemigo que pudiera impedir el progreso de las actividades de sus sentidos, hace planes para derribarlo con su propio poder.

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