Por dedicarse de ese
modo a prestarle servicio devocional al Señor, grandes sabios o devotos se
liberan de los resultados del trabajo en el mundo material. De esa manera,
quedan libres del ciclo del nacimiento y la muerte, y alcanzan el estado que se
encuentra más allá de todos los sufrimientos [al ir de vuelta a Dios].
SIGNIFICADO
Las entidades
vivientes liberadas pertenecen a ese lugar en el que no hay sufrimientos
materiales. El Bhagavatam (10.14.58) dice:
"Para aquel que
ha aceptado el bote de los pies de loto del Señor —quien es el refugio de la
manifestación cósmica, y quien es famoso como Mukunda, o el que otorga mukti—,
el océano del mundo material es como el agua contenida en la huella de un
ternero. Dicha persona tiene por meta param padam, o Vaikuntha, el lugar en el
que no hay sufrimientos materiales, y no el lugar en el que la vida tiene
peligros a cada paso".
Debido a la
ignorancia, uno no sabe que este mundo material es un lugar desolador en el que
hay peligros a cada paso. Sólo por ignorancia, personas poco inteligentes
tratan de acomodarse a la situación por medio de las actividades fruitivas,
creyendo que las acciones resultantes los harán felices. Ellos no saben que
ninguna clase de cuerpo material, de ninguna parte del universo, puede
proporcionar una vida sin sufrimientos. Los sufrimientos de la vida, es decir,
el nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades, se hallan presentes en
todas partes del mundo material. Pero aquel que entiende su verdadera posición
constitucional —que es la de ser el servidor eterno del Señor—, y conoce, por
ende, la posición de la Personalidad de Dios, se dedica al trascendental
servicio amoroso del Señor. En consecuencia, se vuelve apto para entrar en los
planetas Vaikuntha, en los que, ni hay una vida material desoladora, ni existe
la influencia del tiempo y la muerte. Conocer la posición constitucional de uno
significa conocer también la posición sublime del Señor. Aquel que comete el
error de creer que la posición de la entidad viviente y la del Señor se hallan en
el mismo nivel, ha de saberse que está viviendo a oscuras, y, por lo tanto, es
incapaz de dedicarse al servicio devocional del Señor. Él mismo se convierte en
señor, y prepara así el camino hacia la repetición del nacimiento y la muerte. Pero aquel
que, entendiendo que su posición es la de servir, pasa a ocuparse del servicio
del Señor, se vuelve de inmediato merecedor de ir a Vaikunthaloka. El servicio
por la causa del Señor se denomina karma-yoga o buddhi-yoga o, en palabras más
sencillas, servicio devocional del Señor.