Los hombres de este
mundo desean tener éxito en las actividades fruitivas, y para ello adoran a los
semidioses. Prontamente, por supuesto, los hombres obtienen resultados del
trabajo fruitivo en este mundo.
Comentario de Srila Prabhupada:
Hay un concepto muy
erróneo acerca de los dioses o semidioses de este mundo material; y hombres de
poca inteligencia, aunque se hacen pasar por grandes eruditos, toman a esos
semidioses por varias formas del Señor Supremo. En realidad, los semidioses no
son diferentes formas de Dios, sino que son diferentes partes integrales de
Dios. Dios es uno, y las partes integrales son muchas. Los Vedas dicen: nityo
nityanam, Dios es uno. Ÿsvarah paramah krsnah. El
Supremo Dios es uno —Krsna—, y a los semidioses se les delegan poderes para
dirigir este mundo material. Todos esos semidioses son entidades vivientes
(nityanam) con diferentes grados de poder material. Ellos no pueden ser iguales
al Dios Supremo —Narayana, Visnu o Krsna—. Todo aquel que piense que Dios y los
semidioses están en el mismo nivel, recibe el nombre de ateo, o pasandi. Ni
siquiera los grandes semidioses, tales como Brahma y Siva, pueden ser equiparados
con el Señor Supremo. De hecho, al Señor lo adoran semidioses tales como Brahma
y Siva (siva-viriñci-nutam). Con todo, es muy curioso que haya muchos líderes
de la sociedad humana a quienes hombres necios adoran bajo la errónea creencia
del antropomorfismo o zoomorfismo. Iha devatah designa a un semidiós u hombre
poderoso de este mundo material. Pero Narayana, Visnu o Krsna, la Suprema Personalidad
de Dios, no pertenece a este mundo. Él está por encima de la creación material
o, en otras palabras, es trascendental a ella. Incluso Sripada Sankaracarya, el
líder de los impersonalistas, sostiene que Narayana, o Krsna, se encuentra más
allá de esta creación material. Sin embargo, gente necia (hrta-jñana) adora a
los semidioses, porque quiere resultados inmediatos. Ellos obtienen los
resultados, pero no saben que los resultados que se obtienen de esa manera son
temporales y para personas poco inteligentes. La persona inteligente está
consciente de Krsna y no necesita adorar a los insignificantes semidioses, en
busca de algún beneficio temporal inmediato. Los semidioses de este mundo
material, así como también sus adoradores, desaparecerán con la aniquilación de
este mundo material. Los dones de los semidioses son materiales y temporales.
Tanto los mundos materiales como sus habitantes, entre ellos los semidioses y
sus adoradores, son burbujas en el océano cósmico. No obstante, en este mundo,
la sociedad humana busca locamente cosas temporales tales como la opulencia
material de poseer tierra, familia y enseres disfrutables. Para obtener esas
cosas temporales, la gente adora a los semidioses o a hombres poderosos de la
sociedad humana. Si un hombre consigue algún puesto en el gobierno por haber
adorado a un líder político, considera que ha obtenido una gran bendición. Por
eso, todos ellos se arrodillan ante los llamados líderes, o "peces
gordos", a fin de obtener dones temporales, y, en efecto, los obtienen.
Hombres así de necios no están interesados en el cultivo de conciencia de Krsna
para encontrarles una solución permanente a las dificultades de la existencia
material. Todos ellos están en busca de disfrute de los sentidos, y para
obtener una pequeña facilidad para ello, se ven atraídos a adorar a entidades
vivientes apoderadas, que se conocen como semidioses. Este verso indica que la
gente difícilmente se interesa en el proceso de conciencia de Krsna. En su
mayor parte les interesa el disfrute material, a raíz de lo cual adoran a
alguna entidad viviente poderosa.
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