Aquel cuya felicidad
es interna, que es activo y se regocija internamente, y cuya meta es interna,
es en verdad el místico perfecto. Él está liberado en el Supremo, y al final
llega al Supremo.
Comentario de Srila Prabhupada:
A menos que uno sea
capaz de disfrutar de una felicidad interna, ¿cómo puede uno retirarse de las
ocupaciones externas, destinadas a brindar una felicidad superficial? La
persona liberada disfruta de felicidad mediante la experiencia concreta. Por lo
tanto, ella puede sentarse en silencio en cualquier parte y disfrutar
internamente de las actividades de la vida. Una persona así de liberada deja de desear
la felicidad material externa. Ese estado se denomina brahma-bhuta, y llegar a
él le asegura a uno el ir de vuelta a Dios, de vuelta al hogar.
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