El yogui es superior
al asceta, superior al empírico y superior al trabajador fruitivo. Por lo tanto,
¡oh, Arjuna!, en todas las circunstancias, sé un yogui.
Comentario de Srila Prabhupada:
Cuando hablamos de
yoga, nos referimos al proceso por el cual uno vincula su conciencia con la Suprema Verdad Absoluta.
A dicho proceso le dan diferentes nombres los diversos practicantes, en función
del método específico que se adopta. Cuando el proceso vinculador se encuentra
predominantemente en el seno de las actividades fruitivas, se denomina
karma-yoga; cuando es predominantemente empírico, se denomina jñana-yoga; y
cuando trata predominantemente de una relación devocional con el Señor Supremo,
se denomina bhakti-yoga. El bhakti-yoga, o el proceso de conciencia de Krsna,
es la máxima perfección de todos los yogas, tal como se explicará en el
siguiente verso. El Señor ha confirmado aquí la superioridad del yoga, pero no
ha dicho que sea mejor que el bhakti-yoga. El bhakti-yoga es conocimiento
espiritual en pleno, y, por ende, nada puede superarlo. El ascetismo sin
conocimiento acerca del ser es imperfecto. El conocimiento empírico sin entrega
al Señor Supremo también es imperfecto. Y el trabajo fruitivo sin conciencia de
Krsna es una pérdida de tiempo. Así pues, de todas las formas de ejecución de
yoga que aquí se mencionan, la más elogiada es la del bhakti- yoga, y ello se
explica aún más claramente en el verso que sigue.
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