martes, 20 de febrero de 2018

Capítulo 10 - Verso 34


Yo soy la muerte que todo lo devora, y soy el principio generador de todo lo que está por existir. Entre las mujeres, Yo soy la fama, la fortuna, la manera fina de hablar, la memoria, la inteligencia, la constancia y la paciencia.

Comentario de Srila Prabhupada:

Cuando un hombre nace, muere a cada momento. Así pues, la muerte está devorando a cada entidad viviente en todo momento, pero el último golpe se denomina la muerte misma. Esa muerte es Krsna. En lo que respecta al desarrollo futuro, todas las entidades vivientes pasan por seis cambios básicos. Nacen, crecen, permanecen por algún tiempo, se reproducen, decaen y, finalmente, se desvanecen. De estos cambios, el primero es el parto, y eso es Krsna. La generación inicial es el principio de todas las actividades futuras.

Las siete opulencias enumeradas —la fama, la fortuna, la manera fina de hablar, la memoria, la inteligencia, la firmeza y la paciencia— se consideran femeninas. Si una persona las posee todas o posee algunas de ellas, se vuelve gloriosa. Si un hombre es famoso como persona virtuosa, eso lo vuelve glorioso. El sánscrito es un idioma perfecto y, en consecuencia, es muy glorioso. Si después de estudiar algo uno puede recordarlo, está dotado de una buena memoria, o smrti. Y la habilidad de no sólo poder leer muchos libros acerca de diferentes temas, pero de poder entenderlos y aplicarlos cuando es necesario, se denomina inteligencia (medha), que es otra opulencia. La habilidad de vencer la inestabilidad se denomina firmeza o constancia (dhrti). Y cuando se es una persona totalmente capacitada y, sin embargo, se es humilde y manso, y cuando uno es capaz de mantener su equilibrio tanto en la tristeza como en el éxtasis de la alegría, se tiene la opulencia llamada paciencia (ksama).

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